Adele y Beyoncé tienen algo en común fuera del escenario: al inicio de sus carreras, ambas utilizaron un ‘alter ego’ para hacer frente al miedo escénico. ¿Y por qué esta puede ser una información relevante para ti? Porque si sufres de ansiedad en el trabajo o crees que no serías capaz de dar la talla en ese puesto laboral que tanto anhelas, crear un ‘alter ego’ al que recurrir en situaciones de estrés y ansiedad puede ayudarte para superar estos temores. El llamado “efecto Batman” ha sido muy estudiado en psicología infantil, pero también puede ser una magnífica herramienta en el ámbito laboral. Hablamos con una experta en psicología y con un profesional que ha utilizado esta técnica para ganar confianza tanto en el trabajo como en su vida personal.
Si el miedo o la ansiedad han supuesto un obstáculo en tu vida laboral en demasiadas ocasiones, quizá sea el momento de ponerte la capa de superhéroe. No hablamos de una fiesta de disfraces, sino del efecto Batman, una técnica ampliamente estudiada en psicología infantil según la cual los niños deben preguntarse qué habría hecho Batman (o cualquier personaje real o ficticio a quien admiren) ante una situación que les paralice o a la que no sepan cómo enfrentarse. Pero esta no solo es una estrategia que funciona con los más pequeños. Según recientes estudios en el campo de la psicología, este recurso puede aplicarse al ámbito laboral con excelentes resultados.
¿Un alter ego para controlar la ansiedad?
Meternos en la piel de algún personaje al cual admiremos no es un simple juego: adoptar un alter ego puede ayudarnos a tomar cierta perspectiva que nos permita ver la situación de manera más ecuánime y realista, lo cual puede ser de mucha ayuda en el entorno laboral, sobre todo si tenemos tendencia a dramatizar y rumiar los problemas.
Elisa Sánchez, psicóloga laboral y directora de Idein, afirma que estas técnicas de externalización pueden darnos un poco de espacio extra para afrontar una situación de manera racional y ayudarnos así a controlar la ansiedad, a cambiar la relación con nuestras emociones o a incrementar nuestro autocontrol haciendo que los problemas sean más manejables.
Cuando estamos inmersos en un problema, estamos tan enfocados en él que es difícil tener una perspectiva amplia. Por este motivo, usar técnicas de autodistanciamiento (como la que propone el efecto Batman) puede hacer que los niveles de estrés bajen, al tiempo que se incrementa la capacidad de resolver problemas y conflictos. De hecho, un estudio reciente ha demostrado que estas técnicas pueden reducir la ansiedad, puesto que pueden ayudar a reducir la frecuencia cardiaca y la presión arterial, síntomas comunes que suelen acompañar a situaciones desafiantes, como por ejemplo, hablar en público.
Perfiles que se pueden beneficiar del efecto Batman
La premisa en la que se basa esta técnica no es nueva. Seguro que has oído alguna vez aquello de Fake it until you make it o el mito de la profecía autocumplida. Para Elisa Sánchez, todas estas creencias están relacionadas e incluso se pueden encontrar paralelismos en la psicología tradicional, como el efecto Rosenthal (aplicado a entornos educativos). Básicamente, todas ellas se asientan en la premisa de “si pensamos que nos vamos a caer, probablemente nos acabaremos cayendo; sin embargo si pensamos que algo nos saldrá bien tenemos más probabilidades de que así sea”. En este sentido, la experta considera que al crearnos un personaje estamos depositando unas expectativas positivas en nosotros mismos que, en efecto, pueden ayudar a que se cumplan más fácilmente nuestros objetivos.
Y aunque Sánchez advierte que estas técnicas no son aptas para todo el mundo, ya que en algunos casos pueden derivar en problemas de disociación, sí que existen unos perfiles determinados que pueden beneficiarse de este tipo externalización:
- Las personas muy tímidas que se paralizan al enfrentarse a acciones determinadas, como hablar en público o realizar una conferencia.
- Los profesionales que tengan que ejercer en su puesto laboral un rol muy diferente a su vida privada.
Descubrir talentos ocultos con la ayuda de un superhéroe
Si el alter ego se construye de manera consciente y con propósitos saludables, puede convertirse en un buen recurso para evolucionar y conseguir metas profesionales. Es el caso de Chal Jiménez, experto en marketing, publicidad y comunicación que supo superar una timidez paralizante que le acompañaba desde la infancia y desarrollar su máximo potencial con la ayuda de Batman y Superman. A él, meterse en la piel de estos héroes de cómic le ayudó a confiar en su talento, a “conocerse y aceptarse”, e incluso a labrar su destino profesional. Hasta ha escrito un libro, Supertalent, donde explica cómo conseguirlo.
Según Jiménez, no se trata solo de meterse en la piel del personaje y pensar qué haría él en tu lugar, sino que también es importante ir superándote día a día, descubrir los talentos ocultos que van aflorando durante el proceso y cultivarlos para ser un mejor profesional.
Tampoco hay que aferrarse a un solo personaje. Este experto en marketing apunta que se pueden tener varios roles a los que acudir en distintas situaciones: “En función de si necesitas enfrentarte a una reunión y sacar tu parte más asertiva o potenciar tus soft skills, puedes inspirarte en distintas figuras que para ti sean una referencia”, comenta. En definitiva, ese alter ego debe ser alguien que te inspire a nivel personal o profesional, por sus valores, por su forma de actuar o por su forma de trabajar.
En cualquier caso, Elisa Sánchez puntualiza que hay que tener en cuenta que el alter ego debería tener un plazo de vida limitado y que es recomendable despedirse de él en cuanto se haya superado el periodo de ansiedad o angustia, ya que, a su juicio, “a la larga resulta más efectivo aprender a gestionar las emociones con la ayuda de otras herramientas”.
Claves para poner en práctica el efecto Batman
Como hemos visto, el efecto Batman se basa en poner en práctica técnicas de externalización que nos ayuden a analizar los problemas desde otra perspectiva. Aquí te damos las claves para ponerlo en práctica con éxito:
Toma distancia
Varios estudios demuestran que cuanto más negativo e intenso es un suceso, mayores probabilidades hay de que lo recordemos desde una perspectiva en primera persona. Por el contrario, cuando la experiencia es menos negativa, solemos adoptar el papel de observador. Por lo que, la próxima vez que tengas un día particularmente malo en el trabajo o metas la pata, trata de visualizar el incidente desde la perspectiva de otra persona, que puede ser tu alter ego. ¿Te juzgaría ella? Te darás cuenta de que nada es tan grave.
Cultiva tus talentos
Muchas veces un alter ego puede hacernos descubrir talentos ocultos. Para Chal Jiménez, esta es una de las partes más positivas del efecto Batman: “Mi propia creatividad al principio me daba vergüenza y tuve que entrenarla, hasta el punto que hoy es uno de mis mayores talentos y me ayuda a ganarme la vida”. Si descubres algo de ti que no conocías durante el proceso, no lo pases por alto. Explora todo su potencial, porque quizá te sirva en un futuro.
Ponte en tercera persona
Si has tenido una mala experiencia laboral, es normal que te cuentes la historia a ti mismo hasta la saciedad como en una espiral. Cuidado, porque eso influye directamente en cómo digieres emocionalmente los problemas. Ante una dificultad en el trabajo, prueba a pensar qué haría tu alter ego en esa situación y valora si así disminuyen las sensaciones negativas y la reactividad emocional.
Acepta tus sentimientos negativos
Practicando las técnicas de autodistanciamiento puedes conseguir romper el ciclo de negatividad. Es necesario aprender a reconocer un repertorio de emociones negativas, pero la negatividad se vuelve tóxica cuando es constante. El reto es entender cómo puedes controlarla para no quedarte estancado y aprender a sentirte cómodo en momentos de incertidumbre.
Recuerda: cualquiera que sea el alter ego en el que te inspires para vencer tus miedos e inseguridades –alguien a quien admires, una personalidad inventada o el propio Batman–, utilízalo con un objetivo claro y de manera consciente. Y quién sabe, quizá un poco de imaginación pueda acercarte un poco más a la persona en la que deseas convertirte.