Posiblemente escuchaste la frase: “La perseverancia es el trabajo duro que haces, después del trabajo duro que ya has hecho”.
Suena a un juego de palabras que debes leer varias veces para comprender, pero es una frase dicha por Newt Gingrich, (político estadounidense) que captura a la perfección la esencia de la perseverancia y la determinación.
Lo que nos permite llegar a los resultados, es lo que logramos hacer después de que la mayoría se ha cansado, incluso, después de que nuestro propio cuerpo o mente nos dice que ya no puede más.
La Regla del 40% la sigue el grupo especial de Navy Seal de USA, este grupo de marinos que es famoso por el exigente entrenamiento físico (que a menudo los lleva al límite de sus fuerzas).
Ellos pusieron sobre la mesa “La Regla del 40%” asegurando que todos somos capaces de soportar más de lo que pensamos y llegar más lejos de lo que nos proponemos simplemente teniendo en cuenta que nuestro potencial es mayor a lo que nuestra mente nos dice.
Para ellos, cuando nuestra mente dice “DETENTE”, en realidad solo hemos llegado al 40% de nuestra capacidad real. Por lo tanto, cuando pensemos en rendirnos, realmente aún nos quedan fuerzas para recorrer un 60% más de lo que estamos intentando.
Podemos decir que “La Regla del 40%” es una forma sencilla de conectarnos con una motivación interna que podemos usar en momentos difíciles o en las ocasiones donde pensamos que ya no podemos más.
Esta regla nos permite cambiar nuestros paradigmas y nos demuestra que si realmente queremos superar nuestras limitaciones, solo debemos dar un paso más retando a nuestra propia mente.
¿Dónde está el Secreto?
Es una forma de confrontar la voz que quiere dejarnos en una zona cómoda, es aprender a retar a nuestra mente de manera adecuada. No es necesario dar el 60% restante (esto podría poner en peligro nuestra salud si no tenemos claros nuestros límites).
Se trata simplemente de recordar en los momentos complicados, que aún tenemos más para dar, pensar que estamos en el 40% de nuestro potencial y usar eso como apoyo para esforzarnos y dar un poco más.
Ese “adicional” que logramos dar al desafiar a nuestra propia mente, es lo que marca las diferencias entre = lo logré = y = lo intenté =.
Se trata de mantenernos en movimiento, sin importar el ritmo y la velocidad, simplemente seguir adelante sin detenernos. Y en ese momento cuando la mente nos diga que ya no podemos dar más, entonces recordamos que apenas estamos en el 40% de nuestro potencial y con eso le daremos a nuestro cuerpo un shot de energía adicional que nos permitirá hacer más de lo habitual.
Una sugerencia adicional es dividir la GRAN meta en pequeñas metas, como dijo Henry Ford: “Nada es difícil si se divide en pequeños trabajos”. Entonces, visualiza metas cortas, logros pequeños y cuando sientas que no puedes más, es el momento de recordar La Regla del 40% y dar un poco adicional. La suma de esas metas cortas de manera constante, es lo que le da forma a los grandes logros.
Cuando comiences a ver que efectivamente puedes lograr lo que NO habías podido hacer antes, cuando llegas a lugares que veías lejanos, es en ese momento cuando comienzas a derribar los límites que tenías en tu mente y te abres a la posibilidad de lograr cosas realmente extraordinarias. Buen viaje !!