Ser determinados y perseverantes nos permite alcanzar metas que otros no creen posibles. Es como correr un maratón, una prueba de resistencia en la que solo los mejor preparados mentalmente alcanzan aquello que desean.
Las personas con determinación psicológica tienen la mirada puesta en el futuro y saben lo que quieren. Son tenaces y, sobre todo, perseverantes. Ahora bien, esto no evita que tengan sus días malos, sus instantes grises, esos en los que navegan entre la duda y el cansancio. Sin embargo, también logran reponerse de esos momentos para aprender de ellos y aplicar nuevas estrategias.
Decía Albert Einstein que en realidad nunca se vio a sí mismo más inteligente que los demás. Lo único que parecía diferenciarlo del resto es que se quedaba más tiempo pensando en aquello que no entendía. Ese empeño, esa cabezonería por comprender lo incomprensible y por dar respuesta a preguntas que nadie se había planteado nunca fue lo que lo encumbró en el mundo de la ciencia.
Ahora bien, no es necesario convertirnos en Premios Nobel para desarrollar estas competencias. Cada uno de nosotros contamos con recursos psicológicos suficientes para ser más determinados. Y tengámoslo presente… Esta valía es la que nos permitirá alcanzar las metas que nos propongamos.
La autodeterminación es una competencia que nos permite tener un mayor control sobre nuestras vidas para lograr aquello que nos proponemos.
Características de las personas con determinación psicológica
La determinación es un elemento muy importante dentro del campo de la psicología. Es ese motor que insta al ser humano a tomar decisiones y trazar el rumbo de su propia vida en responsabilidad y en armonía con los propios valores. Cabe la posibilidad, eso sí, de que las personas con determinación psicológica no siempre logren todo aquello que desean y que más de una vez fracasen.
Sin embargo, lo inspirador de esta valía mental es que es útil para levantarnos también tras cada caída. Porque la determinación tiene mucho de obstinación, de no rendirse y aplicar esa flexibilidad cognitiva capaz de idear cinco propuestas ante cada problema. Y esto, admitámoslo, es una habilidad muy saludable a todos los niveles.
Veamos qué características define a estas personas.
Están guiadas por la motivación intrínseca
La teoría de la determinación psicológica fue enunciada por los psicólogos Edward Deci y Richard Ryan en 1985. Trabajos de investigación posteriores han ido perfilando un poco más este concepto para matizarlo de manera más concreta e ilustrativa. Las personas con determinación psicológica se definen por ser proactivas y hacer uso de la motivación intrínseca.
Asimismo, evidencian tres dimensiones muy básicas:
- Competencia. Se esfuerzan cada día por sentirse competentes en aquello que hacen.
- Autonomía. Procuran siempre depender de sí mismas a la hora de realizar algo.
- Claridad en sus objetivos. Clarifican en cada momento qué esperan, qué quieren y qué necesitan.
No tienen un talento innato: son perseverantes
Angela Lee Duckworth es una académica, psicóloga y profesora de psicología de la Universidad de Pensilvania, que escribió un libro muy conocido llamado: Grit: El poder de la pasión y la perseverancia crecimiento. En él describió cómo eran las personas con determinación psicológica, basándose en diversas investigaciones realizadas en su departamento.
De este modo, algo que dejó en evidencia fue lo siguiente:
- Las personas determinadas no son más brillantes que el resto ni evidencian un cociente intelectual más elevado. Sin embargo, sí son las que logran mayores éxitos. La clave no está en un talento innato, sino en una mentalidad entrenada y orientada hacia la perseverancia.
- Estamos ante un enfoque psicológico que se nutre de la motivación antes señalada, pero también de la pasión, del deseo de lograr algo, de tener sobre todo la sensación de que uno lleva las riendas de la propia vida.
En palabras de la propia doctora Duckworth:
La determinación es pasión y perseverancia para alcanzar metas a largo plazo. Es tener resistencia, aferrarse al futuro día tras día, mes tras mes y durante años, trabajando muy duro para hace realidad las propias metas.
Las personas con determinación psicológica hacen uso de la práctica, el propósito y la esperanza
A la pregunta si cualquiera de nosotros podemos encender el motor de la determinación, la respuesta es sí. Para ello, debemos empezar desde un peldaño muy básico. Ese desde el que uno mira hacia arriba y se pregunta qué quiere, qué sueña, qué espera de sí mismo y de la vida.
Por tanto, y como ejemplo, si deseas un trabajo mejor, fórmate. Si buscas una existencia más feliz, haz cambios que te lleven a ese objetivo. Márcate objetivos que estén en sintonía con lo que eres y lo que sientes y, después, muévete, actúa, trabaja, ponlo en práctica cada día y cada segundo. Cuando tenemos un propósito en mente, la esperanza se enciende y rara vez nos abandona.
Valentía para persistir en medio de la dificultad (resiliencia)
Determinados, perseverantes, constructores de esperanza y guiados por la pasión… ¿Qué más necesitamos para hacer de esta competencia nuestro estilo de vida? Nos falta un componente del que oímos hablar casi cada día: la resiliencia. Esa capacidad para aprender de los días oscuros y de levantarnos tras cada adversidad también es una raíz más de la determinación psicológica.
Se trata de ser valientes, de recordar que somos responsables de nosotros mismos, sin depender de otros, sin dejarnos condicionar por opiniones o críticas ajenas. La perseverancia tiene mucho de testarudez, es cierto, pero es una obstinación saludable que aprende de los errores, que conoce sus limitaciones y que se permite reorientar objetivos cuando es necesario.
En el viaje del día a día, nunca está de más integrar en nuestra mochila de aprendizajes esta dimensión tan poderosa…