Por mucho tiempo, buscar la fórmula del éxito ha sido para muchas personas como el sueño de encontrar la olla de oro al final del arcoíris. Sin embargo, los expertos opinan que no existe una receta mágica para alcanzarlo, tampoco para ser un empleado altamente efectivo.
Por más que quieran vendernos, el éxito laboral no está vinculado a un tema de horarios, lugares, ni fórmulas exactas.
El mundo del trabajo no se escapa de los mitos. Las ideas falsas sobre cómo ser más productivo se cuelan en el imaginario colectivo y se reflejan en la jornada laboral. La clave del éxito está en despertarse muy temprano, para hacer muchas cosas a la vez y mientras lidias con la presión. Más que factores para escalar en el mundo laboral, la mayor parte de las veces acaban siendo un cliché que acaba afectando, precisamente, a la productividad.
No hay una fórmula exacta para ser productivos, ni horarios o lugares que garanticen el éxito. Más bien depende de cada colaborador, de su estado de ánimo, salud física y forma de organización. “Lo que realmente te hace productivo es tener claros los objetivos e indicadores de medición, estar comprometido con tu empresa y con tu puesto, amar lo que haces y disfrutarlo, no importando el tiempo que le dedicas si al final te sientes satisfecho y contribuyes con los resultados de la organización”, dice Norma Godínez, directora de Recursos Humanos de Kelly Services México.
Con el auge de la transformación digital, el ritmo del trabajo se ha acelerado. Sin embargo, la producción se da por sí sola cuando el empleado sabe marcar su propio ritmo para gestionar los proyectos y cargas laborales, y cuando la compañía sabe darle el espacio y cuidado a cada colaborador.
Los frenos de tu productividad
“Soy bueno para trabajar bajo presión”
Siete de cada diez CV que recibe Brenda Ventura, socia directora de NEOS RH Consultores, destacan el trabajo bajo presión como una de las principales competencias del candidato. Se ha convertido en una muletilla que parece imprescindible aclarar, tanto, que la especialista en reclutamiento refiere que es común que los postulantes lo pongan por ponerlo, pues el trabajo bajo presión se ha malentendido como una habilidad que se debe de tener para poder entrar a cualquier empresa.
“Se cree que una persona que sabe trabajar en estas condiciones es más productiva, y no necesariamente es así. Hay gente que trabaja mejor haciendo una cosa a la vez y se estresa si la bombardean con muchas entregas en poco tiempo. En la mayoría de estos casos, los postulantes se contradicen en la entrevista a la hora de intentar justificar la aparente virtud”, explica.
Levantarse a las 5 am (o antes)
Otra creencia errónea o que, al menos, no funciona para todos, es que entre más temprano te levantes es mejor. “Eso es totalmente falso”, afirma Alejandra Martínez, líder de Marketing y de Estudios del Mercado Laboral en CompuTrabajo y SherlockHR México.
No es una cuestión de horarios, sino de organización y de disciplina. El día tiene 24 horas, cada quien decide cómo las distribuye, en función de sus propios intereses, objetivos y catalizadores de éxito.
La pasión y el compromiso por una causa son los más importantes, menciona Martínez. A medida que las personas encuentren su causa, el éxito siempre vendrá por delante. Y para alcanzarlo, hay que fijarse metas realistas, vivir las curvas de aprendizaje e ir paso a paso, disfrutando el recorrido para llegar a cada meta.
Ser multitask
Hacer muchas cosas a la vez no siempre genera más productividad. Por muy multitask que sea una persona, es imposible estar en todo al mismo tiempo y salir bien librada del agobio. Tarde o temprano, lo que parece una cualidad puede convertirse en un pase directo al burnout.
Ronald Silva, senior manager de Page Personnel, puntualiza que la excelencia se logra con disciplina, pero con objetivos alcanzables. Tener una mejor calidad de vida implica que la persona también tenga más tiempo para sí misma y su vida personal.
Organizar tareas por orden de dificultad
Es normal empezar con lo ‘más fácil’ para sentir que se avanza más rápido en la jornada. Pero dejar ‘lo peor’ para el final no te hará más productivo porque la dificultad es relativa. Lo que resulta sencillo para unos puede ser difícil para otros.
Existen metodologías como Agile que permite a los empleados trabajar por objetivos pequeños, en menos tiempo. Felipe Jaramillo, jefe de ventas y digital en la firma de reclutamiento Robert Walters, también aconseja el método STAR (situación, tarea, acción y resultados), la cual puede ser útil no solo para las labores del día a día, sino para llenar un CV, de modo que el postulante pueda explicar cómo ha aplicado las habilidades en su carrera. Pero cada persona es el artista de su propia organización, es decir, que no a todos les funcionan los mismos métodos para desarrollar en tiempo y forma sus respectivas tareas.
No ‘perder el tiempo’ en pausas
Pensar que el café o la plática de cinco minutos con los compañeros restan productividad igual es falso. Álvaro Ruiz, líder de IT y digital en Robert Walters, enfatiza que una mente saturada limita la creatividad y, en consecuencia, el trabajo se vuelve rutinario y aburrido.
Líderes internacionales como Elon Musk, fundador de Tesla, y Jeff Bezos, de Amazon, han compartido sus rutinas y lo que hacen para ser exitosos. “Si revisamos las agendas a detalle, encontramos que hay una gran parte del tiempo dedicada a ellos mismos, a meditar, a ejercitarse y encontrar un balance entre sus actividades personales y las tareas por cumplir”, agrega Ruíz. “El mensaje principal es que logres encontrar un equilibrio, busques espacios para hacer una pausa, analizar los que estás haciendo, clarifiques tu mente y puedas continuar con más ánimo y siendo más productivo”.