La base de toda buena carrera profesional está en saber tomar decisiones acertadas. De hecho, las personas más exitosas suelen caracterizarse por ser capaces de entender la realidad como pocos, ver la oportunidad antes que nadie y actuar en consecuencia. Esta capacidad tiene poco que ver con ser o no brillante en tus calificaciones, sino en entender los cambios, adaptarte a ellos y saber emplearlos para que en vez de desestabilizarte, te aporten valor. Es lo que se conoce como inteligencia situacional o contextual, algo sin duda muy útil en un entorno laboral cada vez más incierto y cambiante. Te explicamos en qué consiste, qué tipo de personalidades la tienen más desarrollada y cómo tú también puedes cultivarla.
Qué es la inteligencia situacional o contextual
La manera de medir la inteligencia de una persona se ha asociado normalmente a lo que se llama Coeficiente Intelectual, muy centrado en su capacidad analítica, es decir sus habilidades lingüísticas o matemáticas.
Sin embargo, tal y como explica el psicólogo estadounidense, Howard Gardner, padre de la teoría de las inteligencias múltiples, existen otros tipos de inteligencia menos ligados a los logros académicos que están despertando cada vez más interés en el entorno laboral. Un ejemplo muy conocido es la inteligencia emocional, que permite gestionar tus emociones para rendir o adaptarte mejor a tu ambiente laboral. Pero no es el único.
Existe otro tipo de inteligencia ligada a lo que se conoce como intuición o experiencia y permite adaptarse de manera exitosa ante situaciones inciertas o no conocidas: la inteligencia contextual o situacional. Uno de los primeros en referirse a ella fue el psicólogo y profesor de Yale Robert Sternberg, dentro de su teoría triárquica de la inteligencia, que afirma que esta se conforma de 3 áreas:
- La parte analítica.
- La creativa.
- La contextual o práctica. Esta última puede entenderse como la relativa a la experiencia o “la sabiduría de la calle”, un elemento clave para desenvolverse con éxito en el mundo real.
El profesor de la escuela de negocios de Harvard Tarun Khanna se refiere a la inteligencia contextual como “la habilidad para entender los límites de nuestro conocimiento y adaptarlo a un ambiente diferente”. Khanna utiliza este concepto en el mundo de los negocios para explicar, por ejemplo, por qué lo que funciona en un lugar no siempre lo hace en otro: muchas veces se intenta aplicar la misma solución sin tener en cuenta lo que él denomina el contexto. Es decir, no tener en cuenta aspectos de la cultura local, otros puntos de vista o maneras de actuar diferentes, pueden acabar convirtiendo una oportunidad en un fracaso.
Otro aspecto característico de esta inteligencia es lo que Kutz llama el pensamiento tridimensional (3D Thinking), por el cual la mente utiliza la “retrospectiva, la percepción y la previsión para abordar cualquier problema dado”. Es decir, quienes poseen inteligencia situacional o contextual son capaces de extraer información valiosa sobre personas, actitudes, comportamientos pasados y aplicarlos al momento actual, para predecir con ello la mejor forma de actuar en un momento concreto.
¿En qué momento de tu carrera puedes necesitarla?
Liderar un equipo o emprender
Tener una mejor comprensión del mundo real permite tomar mejores decisiones. De ahí que este tipo de pensamiento sea cada vez más buscado en puestos de liderazgo y altos cargos. No en vano otro destacado profesor de Harvard, Joseph Nye, definía ya en 2008 la inteligencia situacional como “una habilidad intuitiva que ayuda a un líder a alinear las tácticas con los objetivos para crear estrategias inteligentes en situaciones nuevas”.
Bajo su perspectiva, comprender el contexto es fundamental para un liderazgo eficaz, pues “los líderes con inteligencia contextual tienen el juicio para adaptarse a las nuevas olas y surfearlas hacia el éxito”. Perciben oportunidades donde nadie más lo hace y asumen menores riesgos. ¿El ejemplo más utilizado? La apuesta de Jeff Bezos por el comercio online décadas antes de que el resto supiera qué era aquello.
Inteligencia contextual en el día a día
Pero no solo es útil en puestos de liderazgo y emprendimiento. Esta capacidad también puede ayudarte a encaminar tu carrera profesional hacia la opción más exitosa o favorable. En lugar de pensar en una organización que va a dar el salto a otro país, puedes aplicarlo a un nuevo jefe, un proyecto distinto o a los cambios y desafíos que ha traído la pandemia al trabajo.
Para ilustrar la utilidad de esta inteligencia en el entorno laboral, Sternberg describía una situación en la que un empleado amaba su trabajo, a sus compañeros y el lugar donde vivía, pero odiaba a su jefe: al ser contactado por un “cazatalentos” que le ofrecía un mejor puesto en una ciudad cercana declinó la oferta; podría haberla aceptado, pero en su lugar lo que hizo fue recomendar a su jefe, quien finalmente aceptó.
Sternberg da así un ejemplo de una manera brillante de entender y manejar la situación que permitió al trabajador quedarse en el puesto que tanto disfrutaba y deshacerse del único aspecto que no le agradaba: su jefe. Todo ventajas.
Cómo saber si dominas la inteligencia contextual
Las personas con inteligencia contextual se caracterizan por tener un mejor control ante escenarios nuevos que el resto, pues son capaces de percatarse de los elementos de la realidad ajenos al conocimiento técnico y valorarlos para saber encaminar sus decisiones. Esto se traduce en una mejor toma de decisiones.
Siguiendo con la teoría del profesor de Harvard Tarun Khanna, haber vivido y experimentado diferentes culturas, o trabajado con personas procedentes de diferentes entornos, fomenta el desarrollo de una inteligencia contextual. Si es tu caso, debes saber que esto te hace deseable para las empresas: un estudio de la consultora McKinsey muestra que aquellas compañías que apuestan por la diversidad son más rentables e innovadoras y, según otro estudio de Cloverpop, el 87% de los casos, las mejores decisiones llegan de equipos inclusivos.
Para ayudar a identificar este tipo de inteligencia, el profesor de psicología Matthew Kutz establece hasta 12 comportamientos asociados con ella:
- Mentalidad de futuro: te gusta progresar y tienes muy claro lo que quieres conseguir.
- Capacidad de influir: utilizas habilidades interpersonales para afectar de manera positiva y no coercitiva en las acciones y decisiones de los demás.
- Responsabilidad social: expresas preocupación por las tendencias y problemas sociales.
- Sensibilidad cultural: promueves y favoreces la diversidad en múltiples contextos.
- Liderazgo multicultural: puedes influir en los comportamientos y actitudes de compañeros dentro de un contexto étnicamente diverso.
- Análisis del contexto: sabes cómo interpretar y reaccionar de manera adecuada ante un entorno cambiante y volátil.
- Agente de cambio: tienes el valor de plantear preguntas difíciles y eres proactivo a la hora de encarar los desafíos, liderar, participar o hacer cambios.
- Uso constructivo de la influencia: utilizas las habilidades interpersonales y tu influencia personal para afectar de manera constructiva y efectiva en el comportamiento y las decisiones de los demás.
- Análisis de tus conocimientos: evalúas tu propio trabajo y eres consciente de tus fortalezas y debilidades.
- Pensamiento crítico: eres capaz de establecer conexiones o relaciones entre distintas áreas, campos o entornos, consiguiendo con ello puntos de vista u opiniones novedosas, a las que no suele llegar la mayoría.
- Favorecedor del consenso: muestras habilidades interpersonales y logras convencer a otras personas para que vean un punto de vista diferente mediante el uso de habilidades de escucha, manejo de conflictos y creación de situaciones en las que todos ganan.
- Conciencia de misión: en entornos en los que puede darse cierto nivel de jerarquía, entiendes y eres capaz de hacer ver cómo el desempeño individual de los demás influye en la percepción de compañeros, subordinados y encargados.
¿No la tienes o no le sacas partido? Aprende a desarrollarla
Siguiendo con la teoría de Tarun Khanna, aquellas empresas que contratan a personas que han vivido y experimentado diferentes culturas o que trabajan con personas procedentes de diferentes entornos, fomentan el desarrollo de una inteligencia contextual.
Según apunta Kutz en su libro Contextual Intelligence, existen tres fórmulas que son esenciales a la hora de comprender y aplicar la inteligencia contextual y te permitirán valorar una situación desde perspectivas más amplias:
- Abraza la complejidad y rodéate de personas diferentes, eso te ayudará a conocer otros puntos de vista y potenciará tu creatividad y perspectiva del mundo.
- Sé crítico con tus propias opiniones, date cuenta de que en muchos casos están influidas por tus propias experiencias y creencias, lo cual no las convierte en más válidas o acertadas. Intenta ir más allá de ellas y ponerte en la piel de otros.
- Amplía tus conocimientos sobre el mundo. Lee, mantente informado, consume cultura y sigue a personajes relevantes que tengan algo que decir. Y, sobre todo, intenta que todas estas fuentes de conocimiento sean lo más diversas posibles para conseguir una visión global de las cosas.
Dicen que los grandes visionarios y líderes exitosos tienen este tipo de inteligencia. Ahora que ya sabes en qué consiste, solo falta que la pongas en práctica para alcanzar tus objetivos.