El ajedrez es un deporte que se reconoce como mental, en el que no sólo necesitas el ejercicio cerebral para saber qué pieza es mejor mover en el tablero, sino también el análisis y la paciencia para poder tomar una buena decisión en el juego. El equipo representativo de ajedrez, de nuestra casa de estudios, lo tiene muy presente, dirigidos por el coach Alexis Baltazar Juárez, y con tan solo cuatro meses de haber empezado, han participado en diversas competencias estatales y nacionales.
El equipo que representa al nido naranja se fundó al ir reuniendo a amigos que les gustara jugar ajedrez, descubriendo que su amor por este juego era una de las varias cosas que tenían en común. Actualmente, el equipo cuenta connueve alumnos: cinco hombres y cuatro mujeres, quienes entrenan de manera constante y se preparan para enfrentar los retos de los próximos torneos como el Campeonato Estatal de Ajedrez, el Segundo Encuentro Nacional de Ajedrez.
Con estas participaciones, estarán un paso más cerca del campeonato nacional, logrando las expectativas que tienen para el desarrollo del equipo. El coach menciona que uno de los mayores retos para un jugador que aspira a llegar a tener el nivel para participar en las competencias más importantes de ajedrez es la disciplina. Este deporte no solo exige horas de entrenamiento técnico, sino también una gran atención a otros aspectos como la alimentación, la psicología deportiva y la condición física.
Uno de los logros más significativos del equipo es que, a pesar de haber comenzado hace apenas unos meses, los jugadores han logrado alcanzar un alto nivel de competencia. En su primer torneo regional, el equipo obtuvo segundo lugar en la categoría varonil, enfrentándose a competidores de alto nivel, incluyendo medallistas nacionales. Una parte importante de su éxito ha sido el compañerismo y el apoyo mutuo que se dan entre todos los integrantes.
Para Baltazar Juárez y los chicos y chicas del equipo, la toma de decisiones es la base del ajedrez, consideran que es algo que no sólo aplica en el tablero, sino también en la vida. El nivel de reacción y su toma de decisiones en un tiempo limitado les ayuda (a los alumnos) a su día a día, agrega el coach. Otras de las enseñanzas de vida que les da, es el analizar los errores para que no vuelvan a ocurrir, tener paciencia y ser dedicado. Su entrenador reconoce el avance de cada uno diciendo: “Nadie me ganaba, ahora, ya me concentro un poquito más para que no me ganen.”
Los estudiantes del equipo tienen diversas historias de cómo llegaron al ajedrez, pero comparten un espíritu común: el espíritu competitivo. Para algunos, como Sara y Zoé, su llegada al ajedrez fue por amigos; para otros, como Sandal, fue un desafío personal para ganarle a su papá, quien le enseñó el juego, al igual que Paco, que buscó mejorar para ganarle a su mentor, también su papá, mientras que Robert y Diego conocieron el mundo del ajedrez y con la constante práctica, les terminó enamorando el deporte. Lo que une a todos es la constante motivación por mejorar y que lo ven más como un reto que un pasatiempo que les permite superar sus limitaciones.
El grupo aconseja a los nuevos jugadores que la constancia y la disciplina son la llave del éxito, además de mucha paciencia. “No se depriman si les va muy mal en alguna de las partidas” comenta Zoé. El coach, por su parte, fomenta que sigan con disciplina y empeño para lograr todas sus metas.
El equipo representativo de ajedrez de la Universidad Interamericana es un ejemplo de dedicación, crecimiento y éxito. No solo se entrenan para ganar en el tablero, sino que también desarrollan habilidades para enfrentar los desafíos de la vida con determinación y estrategia. Tienen grandes metas por delante y un fuerte espíritu competitivo, este equipo continuará cosechando éxitos, demostrando que el ajedrez es más que un juego: es una filosofía de vida.